Corrective Measures

Corrective Measueres tiene lugar en San Tiburón, una prisión de máxima seguridad escondida en el Gran Noreste, habitada por monstruos, cyborgs y supervillanos, todos equipados con inhibidores de energía las 24 horas y collares de choques eléctricos. El supervisor, Warden Devil (Michael Rooker) es tan corrupto como sus pupilos. Su único interés es tener en sus manos la riqueza imposible de rastrear de Julius Loeb (Bruce Willis). Pero Julius Loeb, también conocido como "The Lobe", es el prisionero más notorio y un super genio que puede no estar tan dispuesto a deprenderse de sus riquezas. La ya frágil paz de la prisión se convierte en un caos con la llegada de Payback (Dan Payne), un justiciero asesino con intenciones rojas, y Diego Diaz (Brennan Mejía), un conductor con una sentencia inventada. A medida que aumentan las tensiones entre los reclusos y el personal, "The Conductor" (Tom Cavanagh) envía descargas eléctricas a través del sistema penitenciario y el orden oficialmente se pone patas arriba. Corrective Measures es la historia del viaje de un hombre común hacia la oscuridad.